Creo que es obvio que no estamos enamorados,

simplemente tenemos una extraña adicción a las despedidas.

Hasta tal punto, que cada cierto tiempo, las ensayamos,

una obra de teatro, que de tanto leer, tiene las hojas desprendidas.

Por eso la representaremos cuando nos hayamos amado de verdad,

no como ahora, que solo fue un ensayo.

 

Siempre queda algo que mejorar, creernos más nuestro papel:

yo en el de » Nada de lo que escribo habla sobre ella»,

tú en el de «Eso no es mío, toda  la locura es de él».

Repasar dónde esta nuestro anden, cómo es nuestra canción,

[cuál es nuestra estrella.

Por eso la representaremos cuando hayamos sabido el guion de verdad,

no como ahora, que no fue más que un ensayo.

 

La escena acaba con lo que peor hacemos, ya sea por uno, o por otro,

termina con un breve dialogo, y el dialogo con un beso deal,

tú insistes que es demasiado real para ser teatro,

yo, en cambio, pienso que es demasiado perfecto para ser real.

Por eso la representaremos cuando nos hayamos besado de verdad,

no como ahora, que prometo que fue, solo un ensayo.